Ha sido, es y será el tema de la semana.
Y es que no todos los días uno de nuestros hombres favoritos ocupa la portada de una revista mostrándose todo él en una playa. Y no todos los días, aquí la que escribe, no se entera de que ha salido esa publicación.
Sí, nuestro Quim, mi Quim sale desnudo en una revista y la menda no se entera hasta que La Máquina de Escribir Rosa le deja un tuit que no pillo porque me habla de Anacleto y yo pienso que esa película todavía no se ha estrenado pero hago un comentario en voz alta y mi marido se empieza a reír, a descojonar, porque él hace horas que ha visto a Quim en las redes y se lo ha callado… “…yo pensé que ya lo sabías..”¿Perdona? ¿Perdona? ¿Perdona?
Tres kioskos cerrados después y una librería me hago con la revista, la Cuore, revista de la que hasta mi hermano y sus colegas son fan por sus “argggh!” y veo a Quim, nuestro Quim. Unos minutos , unos comentarios con una compañera de trabajo que no sabe quién es y cierro la revista. No la volví a coger. Tanto pasé de ella que al llegar a casa me dí cuenta de que me la había olvidado en la mesa del despacho. Sí, aquí la megahiperfan de Quim Gutierrez que se arreglaba hace unos meses cuando él rodaba por Asturias por si nos cruzábamos se olvida el desnudo de Quim en el trabajo.
Y es que el desnudo de Quim ha sido un sí pero no. Un voy a salir corriendo al kiosko porque al “hombre” hay que disfrutarlo, hay que verlo…. Un “voy a ver al chico que me gusta” de cuando teníamos 7 años y esa ilusión por salir al patio para ver al mayor de la clase del final del pasillo que no sabía ni que tú existías, un quiero irme a dormir para que vengan los Reyes pero a la vez no puedo dormir porque la emoción me puede de las noches del 5 de Enero.
El desnudo de Quim prometía ser todo eso y más y al final fue un desnudo más.
Un desnudo más porque siempre se dijo que es mejor intuir que enseñar, que el misterio y la magia dura más cuando se deja algo a la imaginación, que desnudos todos somos (salvando obviedades) iguales… Y es que, que queréis que os diga, a mi Quim me gusta mucho más vestido. O a medias, como en esa foto que es “la foto” por excelencia de Quim donde sus oblicuos se pierden en su pantalón (y nosotras soñamos por él, todo hay que decirlo), como cuando sale en bañador boca arriba al principio de “Quién mató a Bambi?” y a ti ya te da igual que el resto de la película no valga la pena porque esos segundos ya lo han valido…
He (hemos, que no estoy sola en esto de mi amor por Quim aunque los hombres no lo entiendan) deseado ver la anatomía de Quim un millón de veces multiplicado al cuadrado y sin embargo cuando ese momento ha llegado he decidido cerrar la revista y seguir enamorada-loca-perdía-hasta-las-trancas del Quim vestido (que no con bañadores floreados) que tanto y tanto nos gusta.
Y vamos a seguir imaginando y él que siga insinuando todo lo que quiera y más, vamos a seguir como antes porque el desnudo de Quim ha sido como la primera mañana de Reyes en la que sabes que son los padres, que no mola tanto como la anterior… pero la siguiente vuelve a molar, porque a ti se te ha pasado ya la indignación por saber la verdad y a tus pocos años de edad crees que si finges que se te ha olvidado o que no te has enterado del todo “los reyes” van a traerte muchas más cosas. Así que vamos a ello… Y el verano que viene será otro verano.
Nota de la autora: La cosa no va de tamaños. Y si te preguntas que hace este post en un blog de bodas Quim ha protagonizado numerosas películas de bodas o en las que hay bodas: Primos, La Gran Familia Española, Tres bodas de más… ¿Vale como conexión? ¿Aceptamos pulpo como animal de compañía?
Fuente: este post proviene de Detrasdeunaboda, donde puedes consultar el contenido original.
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