De un tiempo a esta parte me apetece escribir no sólo de bodas. No sólo de experiencias. No sólo de viajes. No sólo de alegrías. No sólo de una cosa. Hace años abrí este rincón, este ”DetrásdeunaBoda” que tantas cosas y personas buenas me ha dado pero ya no me apetece estar sólo “DetrásdeunaBoda” sino que me apetece estar detrás de un montón de cosas.
Esto nunca ha sido un lugar exclusivo de bodas ya que sin darme cuenta, empecé a compartir por aquí y por las redes sociales, un lado más personal. Mi yo más allá de las bodas. Ese yo que es la parte más real de este mundo de postureo y piestureo en el que se convierten (o convertimos) las pantallas.
Mi yo real, despeinado, con camisetas de los BackStreet Boys a los 33 años y que se muere de ganas por compartir mil fotos e historias que no encajan bajo ese nombre de “DetrásdeunaBoda”. Por esto, aunque este blog se seguirá llamando así desde ahora pasará a ser un “detrásdemuchascosas”. Escribiré sobre libros, música, el mundo que me rodea, la tranquilidad que me da el mar, lo genial que es vivir con arena en los bolsillos o sobre la vez en la que el oculista me dijo que tenía que usar gafas y yo entendí aquello como que podría mirar al sol. Escribiré sobre todo eso y sobre bodas, claro, porque las bodas llegaron hace unos años para quedarse.
De esas ganas de escribir sobre todo y nada, de compartir cosas que poco o nada tienen que ver con las bodas llega el cambio de nombre en las redes sociales. De usar el “Detrásdeunaboda” para todo a usar “mrstaniac” para Instagram y Twitter.
Lo confieso, no fue la primera ni la segunda opción. Ni siquiera la quinta.
Mi móvil y mi cabeza echaron una partida larga haciendo combinaciones hasta que no salió ese maldito mensaje de “este nombre de usuario no está disponible”.
mrstaniac. Algo más personal pero con la misma esencia y la misma cantidad de rosa.
Nos leemos. Nos vemos. Nos megusteamos.