Los años 20 eran época de excesos, prohibiciones, transgresión y pasión.
Oskar y Jéssica decidieron inspirarse en esta maravillosa época para el día de su boda. El estilismo de ambos así como el de sus invitados seguía la estética del momento. Perlas, plumas, pajaritas y tirantes eran algunos de los elementos claves en sus looks. La localización que escogieron fue Pou de la vinya, en el municipio de Olivella. Una masía típica catalana de más de dos siglos de antigüedad, que tras sus muros de piedra escondía un encanto especial. Con bonitas zonas de arboles frutales y campo por doquier por donde paseaban los caballos de la finca.
No pudieron faltar a tan importante acontecimiento sus dos fieles perritos Aaron y Marvin ataviados con sus respectivas pajaritas rojas. Estaban muy elegantes y es que la ocasión, lo merecía.
El maquillaje de Jéssica, realizado por nuestro servicio de maquillaje. Tal y como Jéssica deseaba, sofisticado y elegante pero con fuerza y personalidad. Un smokey eyes en tonos tierra con un eyeliner que potenciaba aun más la mirada de la novia. Para los labios, un tono burdeos que apetecía besar.
Los invitados, sentados en balas de paja, disfrutaron de una emotiva ceremonia donde los novios expresaron todo su amor.
Las plantas aromáticas, las luces de feria que rodeaban la zona de banquete y las velas que daban el toque romántico a la cena, hicieron viajar en el tiempo a todos y cada uno de los asistentes. Y es que en la cara de felicidad de Oskar y Jéssica se intuía la satisfacción de una boda que les representaba 100% tal y como habían soñado.
Tan bonito día y tan bellos instantes, fueron inmortalizados por Rafa Borràs. Un cercano y atento artista del objetivo que supo plasmar a la perfección la esencia del momento.
¡Felicidades pareja y por una vida entera juntos!
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