Hasta nuestro tiempo, se han venido desarrollando muchos cambios en lo que al vestido de novia se refiere.
Veamos un poquito de esta trayectoria.
En el S.XV la pauta en el diseño la marca Italia. Esta tendencia se caracterizó por mangas muy amplias, vestidos con muchos pliegues y líneas caídas.
No está recogido que los vestidos de la época fueran de color blanco, se estima que serían de color rojo o grana dada la dificultad para encontrar genero de estos colores.
De este modo se probaba la clase social de la novia, y en función de si era boda de aristocracia o real, se estima que con mayor número de bordados y piedras preciosas.
Un siglo más tarde, con el descubrimiento del corsé, los vestidos de novia aparecerán con lo denominado gorguera, que no es más que encajes fruncidos en el cuello de la mujer.
Otra característica importante es la aparición de la crinolina, realizada con tela y aros metálicos para que los vestidos tuvieran forma de campana.
En el S.XVII se ahueca la estructura anteriormente mencionada hacia las caderas, y la gorguera evolucionará hacia amplios escotes.
Francia creará la pauta en el S.XVIII con vestidos de telas bordadas, encajes, drapeados y voluminosas faldas.
Tras la revolución francesa, se trata de evitar cualquier ostentación, retornando a líneas suaves, de cintura alta, telas caídas y sensuales.
A comienzos del S.XX se destierra el corsé, y las faldas incómodas, promoviendo un estilo de mujer liberada, con trajes chaqueta negros y blusa blanca.
En los años 50, la novias preferían vestirse de negro, para poder aprovechar el vestido o traje, siendo muy usual el vestido de astracán de corte parisino.
En la actualidad llevamos varios años viendo que la tendencia es el escote corazón y escote palabra de honor. Esa tendencia ya esta cambiando aunque no nos abandonará del todo como podemos ver en las nuevas colecciones para el año 2013.
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