El día de hoy vamos a dejarnos encantar por el ambiente tan romántico que emanan los invernaderos. Podremos disfrutar de esta maravillosa boda y es porque tal vez una cantidad pequeña de lugares entregan tanta belleza como un cobertizo anticuado con techos hechos de cristal. No os perdáis ningún detalle porque el lugar lo merece y la disposición de la mesa también. Sin mantelería y sin ningún lujo el resultado es perfecto, unos centros florales de infarto sobre una mesa ajada por el paso del tiempo, un tiempo que aquí parece detenerse. Es algo totalamente increíble que espero que les guste.
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