Sigo preparándome para mi boda, me levanté y me fui derecha a la ducha. Aún no se había levantado nadie más en casa e iba bien de tiempo, pero prefería llegar un poquito antes a la peluquería porque a quien madruga... Ya sabéis el refrán. Desayuné un vaso de leche fría y media mona de pascua, dejé una nota de auxilio para que alguien comprase parches antirrozaduras, cogí las llaves del coche y me dirigí a nuestro piso antes de ir a la peluquería porque... ¡Me había olvidado del perfume! No importa lo previsora que una pretenda ser, siempre hay algo que se nos queda en el aire. El perfume además era el regalo que mi chico me había hecho por Navidad a petición mía, conque tenía todavía más delito habérmelo olvidado... Es "Touch of Pink" de Lacoste.
Cuando llegué a la peluquería eran las 7:55 y la peluquera, un sol de chica que abrió sólo para nosotras, estaba todavía a medias con mi suegra, así que conmigo no se puso manos a la obra hasta casi las 8:30. ¡Menos mal que ya me había predispuesto en que iba a estar preparándome para mi boda! Las pruebas nos sirven a nosotras para saber qué nos gusta y qué no, y a ellas para poder ir al grano el día de la boda. Con una maña increíble, a las 9:30 como un clavo había terminado conmigo. ¡Eso es profesionalidad y lo demás son tonterías! Estuvimos hablando de mil y una cosas, pero ahora mismo el tema que me viene a la memoria es el de los divorcios... ¡Y no me preguntéis por qué surgió, pero surgió, jajaja!
Volví a montarme en el coche y me dirigí al gabinete de la maquilladora. No me explico cómo aparqué en un minihueco, pero el caso es que lo conseguí. ¡Si hubiera sido otro día ni me habría parado a intentarlo! La maquilladora estaba terminando con mi madre. ¡Qué guapa estaba! Le habían despuntado el pelo, muy modernito, y el maquillaje era precioso, nada recargado, y resaltaba su juventud... ¡Y es que chicas, mi madre sólo tiene 51 añitos! Ahora después veréis fotos suyas, iba preciosa, y me daréis la razón en que no es sólo amor de hija. Llevaba este vestido de Higar Novias, pero en color rosa.
Si no conocéis esta marca, os la recomiendo con los ojos cerrados porque tiene una colección de vestidos de fiesta espectacular: http://www.higarnovias.com/.
Mi madre tenía sus reparos en ir de largo porque se trataba de una boda de mañana y la madrina llevaba un vestido corto, ¡pero qué diantres, era la madre de la novia! Todo el mundo coincidió en que iba radiante, el vestido era mágico, y a mi padre se le caía la baba... Espero que nosotros estemos la mitad de enamorados que ellos cuando llevemos casi 30 años casados.
La maquilladora, otra profesional como la copa de un pino y mejor persona, acabó en tan sólo media hora. Me hacía gracia porque, aunque ya me había maquillado antes, para las pruebas, no dejaba de sorprenderse y decirme, "¡no tiene pestañas la niña!", jejeje. Me hizo un maquillaje muy romántico y muy natural, todo en la gama de los rosas y los tonos tierra, y cuando me miré al espejo, lo que más me impactó fue la luz de mis ojos. Yo no soy nada apañada para maquillarme, así que para mí aquello era poco menos que una obra de arte.
He de decir que he tenido mucha suerte, porque a la esteticista la conozco prácticamente de toda la vida pero nunca antes me había maquillado, y a la peluquera no llega a un año que la conozco, pero es un encanto y encima rápida como el rayo, cosa que valoro mucho. Ambas supieron leerme las ideas a la perfección; no les di demasiados detalles, pero por lo visto soy más transparente de lo que a veces creo. Un besito a las dos desde aquí.
Aún no eran las 10:30 cuando estaba otra vez en el coche y volví a casa. ¿Y qué me encuentro al llegar? ¡Que mi madre estaba de portera y sin vestir, mi cuñada todavía en pijama en el baño, y mi padre y mi hermano haciendo de taxistas para la familia que había empezado a llegar! ¡Aaaaaahhh! ¡Y el fotógrafo venía a las 10:45!