Aquellas amantes del corte princesa encontrarán diseños con faldas muy limpias, sin apenas artificios y caracterizados por el toque femenino en el cuerpo de encaje y pequeños detalles con lazos. Asimismo, el tweed se incorpora entre sus tejidos, para los modelos más señoriales, y el rosa y azul pastel se apoderan de diseños de inspiración vintage.
Las que prefieran los cortes rectos podrán recrear el estilo más boho mediante diseños plisados, con cenefas de encaje rebrodé y multitud de detalles florales.
Por otro lado, la tendencia helénica se muestra sobre escotes asimétricos y a pico, así como detalles de pedrería.
Finalmente, no podemos terminar sin detenernos en sus cortes bailarina, una tendencia tan propia de las décadas más elegantes que hasta la mismísima Audrey Hepburn lució en su boda.
¿Qué os parecen?