Y sí, es una de esas fiestas que no se olvidan, que permanecen en el recuerdo de todos tus amigos y familiares por siempre, una de esas celebraciones en las que han ocurrido cosas tan graciosas que sabes que van a formar parte de las conversaciones en todas las cenas de Navidad de ahora en adelante.
Aimie & Pau y su boda con aires bohemios
Como todas las bodas de Happy Endings Barcelona, la inspiración encuentra su origen en la ubicación, la fecha del evento y la nacionalidad y el estilo de la pareja. En este caso se trató de una boda bohemia con toques españoles que se celebró al aire libre, bajo un manto de pequeñas bombillas que alumbraron la fiesta hasta altas horas de la madrugada.
El color predominante fue el granate contrastado con toques de un verde que también estaba presente en el entorno que los envolvía, tonos que fueron de la mano de un gran conjunto de elementos de madera y de cristal ya que estos materiales tuvieron un gran protagonismo a lo largo de todo el evento.
Un camino de velas a diferentes alturas guio a la pareja a la zona del altar donde se dispuso un centro colgante de verdes naturales situado sobre una alfombra de tonos muy cálidos, todo ello enmarcado por una cascada de pequeñas luces amarillas. En el exterior descubrimos cientos de claveles rojos colgantes que se dispusieron a modo de decoración sobre la zona del banquete. La madera toma el protagonismo al estar presente tanto en las sillas como en las mesas desnudas sobre las que se dispusieron velas y servilletas blancas para aportar luz al conjunto. El cristal transparente se apoderó de la vajilla y de la cristalería, dejando que el peso cromático lo llevaran los claveles naturales.
Aimie, la novia, diseñó una gran minuta para todos los invitados y el seating plan fue llevado a la realidad por Caligrafía Bilbao. A modo de marcasitios se utilizó un fragmento de tela blanca sobre la que se escribió con delicada caligrafía negra el nombre de cada invitado.
Lo curioso de esta boda es que no hubo mesa dulce sino que, en un alarde del amor por la gastronomía española, se creó un pastel de seis pisos formados por diferentes tipos de queso para que los invitados pudieran degustar cada uno de ellos en la sobremesa con diferentes snacks salados.
Espero que te haya gustado la boda de Aimie y Pau, y, como no podría ser de otra forma, ¡nos vemos en la próxima!
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