Corta la parte superior de una lata de soda, vierte dentro de ella una pequeña cantidad de agua, agrega una taza de mezcla de hormigón y revuelve. Repite el procedimiento dos veces y utiliza un palo de pintura para agitar de arriba hacia abajo. Coloca una vela sobre el concreto y presiona hasta que quede al ras con la mezcla. Espera que seque bien y retira el aluminio.
Vía oncewed
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