Las posibilidades a la hora de elaborar un jabón son muy amplias, detalles que se tienen en cuenta, sobretodo, si tratamos de sorprender a nuestr@s invitad@s.
Puede que a alguien le encante el olor a vainilla o a cítricos... pero también puede que alguien tenga mania a esos olores
Pero no he conocido a nadie a quien no le guste el olor a jabón, a jabón natural, me refiero, quizá no es un olor fácil de describir, pero cuando alguien dice que huele a jabón natural... todo el mundo sabe a que se refiere, es un olor sutil pero siempre agradable, uno de esos olores que te atrapan y te transportan a algún lugar, a algún recuerdo...
Así es este jabón, de aceite de oliva virgen extra, sin nada extra añadido, un jabón que no huele a nada y huele a todo.
Un lujazo, además, para la piel, siempre es bonito volver-retomar-disfrutar las cosas en su estado más puro.
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