Es normal sentirse un poco agobiada, por no decir bastante a la hora de elegir el vestido. En mi caso, me supuso bastante quebradero de cabeza. Yo soy muy indecisa pero en mayor o menor medida todas tenemos ese punto de indecisión que nos hace agobiarnos.
Para intentar aclarar y evitar en algo estos agobios os mostraremos algunos consejos para hacer de la elección de tu vestido algo más sencillo o por lo menos allanar algo el camino.
Para empezar nos haremos una serie de preguntas que nos ayudarán en la elección:
¿Cómo va a ser la boda?
Ésta pregunta es importante hacérsela y pensarla con detenimiento puesto que en función de la temporada, el lugar, el tiempo y/o lo formal que sea la boda, la elección del vestido es aconsejable que sea una u otra, es decir, no es lo mismo una boda en la playa que en el campo o una boda de día que de noche. Yo aconsejaría a escoger un vestido acorde a la boda que vayamos a realizar y no elegir un vestido por qué nos guste independientemente de cómo vayamos a organizar la boda. Pienso que todo tiene que estar acorde y tener una continuidad, pero eso sí, siempre la última decisión está en tu mano.
¿Es práctico?
Éste punto lo podemos obviar pero también es bueno preguntárselo. Nosotras al estar acostumbradas a ir con taconazos que nos resultan más estéticos no nos preocupa la comodidad sino que el vestido sea precioso. De todos modos, hay que pensar que una boda es larga y si no tienes la posibilidad de cambiarte, ya sea por presupuesto o por escenario, vas a tener que bailar con el vestido varias horas, así que hay que tener algo en cuenta ésta pregunta.
¿Qué estilo?
Es importante saber que un vestido de novia al fin y al cabo es un traje que escogemos para un evento y tiene que estar acorde con nuestro estilo para que así estemos lo más cómoda posible luciéndolo y no nos sintamos raras.
¿Qué color debo escoger?
Yo en éste aspecto soy bastante clásica y me decanto por el blanco, así fue como yo me casé y es como me gusta pero esto ya es cuestión de cada una. Tengo que reconocer que hay otros colores muy elegantes y quedan muy bonitos, así como distintas tonalidades de blanco que quedan ideales.
¿Tengo un presupuesto?
Esto es importante porque limitará las posibilidades de elección, aunque hoy en día hay muchas opciones de trajes bastante económicos y muy bonitos. No todas podemos comprarnos un vestido exclusivo de una gran firma, la mayoría tenemos que elegir opciones más asequibles a nuestro bolsillo. De todos modos, no desesperéis en éste tema porque como digo hoy en día hay muchísimas opciones bastante económicas y no por ello menos elegantes.
¿Me veo perfecta?
Ésta pregunta es la más importante de todas con diferencia. Una se tiene que sentir bien con el vestido y verse perfecta, no vale conformarse con cualquier vestido. Éste tiene que hacernos sentir especial. No os vengáis abajo si no paráis de probaros vestidos y no acabáis de veros con ninguno, seguid buscando y probando, al final lo encontrareis. A mí personalmente, me pasó, con mi indecisión estuve muy agobiada probándome uno tras otro y no daba con la tecla, cambiaba de firma, de estilo, hasta de provincia buscando el vestido y al final dí con uno que cuando me lo probé supe que era el mío, como curiosidad, y sin querer dar publicidad me lo compré en Rosa Clará.
Por último, unos pequeños consejos de lo que no se debe hacer:
- Desde mi punto de vista es aconsejable elegir en base a las tendencias y no dejarse llevar por lo clásico. Si te lo puedes permitir no heredes un vestido de novia de hace 30 años.
- No te salgas de tu estilo y de lo que te hace sentir cómoda porque sea un vestido de novia. El vestido tiene que ir acorde a tu personalidad y tu forma de vestir.
- No elijas lo primero que veas, tómate tu tiempo hasta que encuentres el vestido perfecto, ese que te haga sentir la mujer más hermosa.
Fuente: este post proviene de La Web de Los Novios, donde puedes consultar el contenido original.
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