Dejando al lado el momento revelación que me ha dado, os hablo de esto porque incluir una ceremonia especial dentro del ritual de casarnos es algo que cada vez hacen más novios. Este tipo de ceremonias se incluyen en las bodas civiles para hacer más personal el simple hecho de leer los puntos del contrato de matrimonio; pero hay algunas que también pueden meterse en las bodas religiosas, así que nadie se sienta excluido.
Ya os hablé de la ceremonia del vino. Pues bien, hoy os hablaré de mi favorita, de la que hicimos nosotros: la ceremonia de la arena. Además, ¡sorpresa! os ilustraré con fotos de nuestra boda.
¿Qué necesitáis?
Arena. Lo ideal es que sean arenas de dos colores diferentes, para que al mezclarlas se vea el contraste. Los colores que elijáis serán decisión vuestra.
Podéis jugar a que cada uno consigue un color y así luego os sorprendéis el uno al otro en ese momento. Lo malo de esto, es que escojáis dos colores que no queden bien juntos o, peor aún, que elijáis el mismo color. En todo caso, sería gracioso.
También podéis hacer como nosotros, y comprar las arenas de los colores de la boda, así queda todo en armonía.
Y otra opción para elegir las arenas es cogerlas del lugar de donde viene cada uno (si es que tenéis arena cerca). Nosotros lo pensamos, pero Edu tendría que coger arena de las orillas del Ebro y bueno, tampoco es que tenga especial apego a ese río. Esta opción quizá sea la más emotiva y sentimental, la que más significado tenga para los novios, pero también es la menos vistosa.
Tres recipientes. Dos más pequeños donde irán inicialmente las arenas y uno más grande donde cada uno irá echando su arena mientras se pronuncia el texto o se escucha una canción. Es importante que los recipientes sean de cristal transparente y que el más grande tenga la boca amplia para poder echar de los otros dos a la vez, en caso contrario, los novios tendrán que hacer turnos, y no queda tan bonito.
Texto. Bueno, primero tenéis que saber el significado de la ceremonia de la arena. Cada grano de arena representa las vivencias, sentimientos, emociones de cada miembro de la pareja y al unirlas en un solo recipiente, se mezclarán y se formará un solo recpiente de viviencias, sentimientos y emociones en común, y evidentemente, no podrán separarse.
Pues bien, todo esto lo sabemos nosotros pero también es conveniente que los invitados sepan qué estáis haciendo. Así que el oficiante de la ceremonia tendrá que explicarlo con un texto. En internet hay millones de ejemplos y plantillas, tanto para que pronuncie el oficiante, como para que los novios también digan algo.
Yo os recomiendo que personalicéis el texto al máximo, lo que siempre os digo, que solo pueda ser aplicado a vosotros y a nadie más. En esta ocasión, yo no predico con el ejemplo, pero sí que fue especial.
Nuestro oficiante fue mi tío Carlos, que lo hizo fantástico, recibió muchas felicitaciones por parte de los invitados, incluso de aquellos que aún no le conocían, y no solo eso, sino que lo hizo tan bien, que ha vuelto a oficiar otra boda, de unos desconocidos. Flipante.
Bueno, orgullo de sobrina al margen. Le pedimos a mi tío que personalizara el texto de toda la ceremonia como le diera la gana, le dimos carta blanca, y eso incluía el texto de la ceremonia de la arena, así que fue muy especial. Os lo pongo más abajo.
Canción. Mi tío primero explicó lo que era la ceremonia de la arena y luego empezamos con el ritual y para ello pusimos una canción de fondo. Tendría que ser una canción especial para vosotros. La nuestra fue Ik neem je mee de Gers Pardoel. ¿Quéeee? Jaja. Es una canción muy bonita de un rapero holandés.
Os cuento la historia. Resulta que hace unos años, fuimos de fin de semana a Ámsterdam y viendo la tele en el hotel, salió esta canción y automáticamente nos enamoramos del vídeo, porque es precioso, una historia de amor de principio a fin. Nos obsesionamos con ella: buscamos la letra y su significado, compartimos el vídeo en Facebook y nos la guardamos en nuestro móvil para escucharla de vez en cuando. Además, nos sentíamos muy indentificados con el título, que significa Te llevaré conmigo, no solo por llevarme por el mundo, sino porque Edu viaja mucho por trabajo y siempre que puede me lleva con él. De hecho, el viaje a Ámsterdam era por trabajo.
Total, que consideramos que esta canción es super especial para nosotros y por eso la pusimos en el momento en que juntábamos nuestras vidas a través de las arenas de colores. Y además, fijáos si es importante, que el grabado de nuestros anillos es el título de la canción, en holandés. Así que os dejo el vídeo, pero ¡cuidado! puede que os enamoréis de ella (incluso teniendo alguna parte de rap), no os prometo nada.
Bueno, no sé si os gustará, a mi me encanta y a Edu también. Pues eso, que busquéis una canción que tenga un significado especial para vosotros, y lo ideal sería que no apareciera en ningún otro momento de la boda, por eso de la variedad y tal. Ya sabéis.
Y como ejemplo sobre textos, voy a copiar el que nos hizo mi tío. Ya os digo que buscó en internet varias plantillas, cogió lo que más le gustó de cada una y lo compuso así:A continuación, Edu y Jessi van a celebrar un ritual que algunos de vosotros no conocéis aún.
Ellos han decidido simbolizar su unión a través de la ceremonia de la arena. Esta ceremonia representa la unión inseparable de ambos en una relación matrimonial nueva y eterna.
Hoy sus vidas se entrelazan y lo simbolizamos a través de este gesto.
Ellos tomarán los recipientes en donde cada grano de arena representa sus vivencias, sus anhelos, ilusiones, proyectos, la unicón de sus almas en una futura vida común y los esfuerzos que juntos realizarán para construir una familia.
Vaciarán la arena en este nuevo recipiente en donde los granos se mezclarán y no podrán volver a separarse, convirténdose así en un matrimonio unido por el amor.
[Llenamos el recipiente con la música de fondo]
Ahora estos recipientes se han vaciado y las arenas se han fusionado en una unidad.
Que así como estos granos de arena nunca podrán ser separados, sea vuestra unión.
Como veis, este texto no tiene esa distinción que lo haga solo nuestro, no se puede aplicar exclusivamente a nosotros, es decir, que se puede copiar perfectamente. Pero para nosotros fue especial porque salió de mi tio. Y eso es más que importante.
Esta ha sido nuestra ceremonia de la arena, espero que os haya gustado y que si estáis a tiempo, os animéis a hacerla, sobre todo porque luego nos queda el recipiente de arenas mezcladas de recuerdo. Eso sí, al transportarlo, las arenas se desplazan y no quedan perfectamente dibujadas. Pero igualmente, queda bonito.