Cuando te encargan una tarta para una boda la responsabilidad te abruma, el reto al que te enfrentas te angustia pero todo esto lo supera con la ilusión que lo emprendes.
Te tiras un montón de días dándole vueltas y más vueltas a la cabeza, dándole forma a todas las ideas que los novios te han dado y a las tuyas propias, dibujando y dibujando y nunca se te va de la cabeza, la tarta de boda.
Los novios me pidieron algo elegante, sencillo pero no demasiado y no clásico pero con flores, jajajajaja, casi na.
El resultado ha sido el que veis aquí, lo más importante es que a los novios les encantó, estaban flipando y a los invitados también y sobre todo a mí, que quedé satisfecha del trabajos realizado.
El bizcocho lo hice el " jugoso de vainilla" que en el apartado de recetas os lo puse. Los rellenos fueron tres, ganache de chocolate emulsionado con naranja, crema de fresas con fresas naturales y crema de melocotón.
Espero que os guste. Besitos
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