Nos da pena que eso suceda. Que por no ponerse en manos expertas en el momento adecuado, muchos novios no tengan un grato recuerdo de la preparación de la boda. O que eso incluso llegue a empañar su gran día, porque no fue como realmente esperaban. ¿No es una pena que, después de tantos meses organizándolo todo, ese día apenas no tengas fuerzas ni ganas para disfrutar? ¿O que no las ideas que tenías en un principio no se parezcan ni por asomo a lo que al final has conseguido? Porque todos sabemos que preparar un evento cuesta muchísimo. Tiempo, esfuerzo, dinero. Yo, por ejemplo, recuerdo mi primera mudanza. Vivíamos en un piso pequeño en Madrid y hubo que recogerlo todo en pocos días para recorrer 600 kms. e instalarnos en Barcelona. Nosotros, valientes, pensamos: eso lo hacemos nosotros con 4 amigos y apañado. Así que manos a la obra. Os podría contar que fue maravilloso, y que lo pasamos en grande con nuestros amigos y familia empaquetando y rotulando cajas entre cervezas y risas, como en las mejores sitcoms americanas. Pero no sería verdad. Fue un rollo. Un rollo recogerlo todo, clasificarlo, empaquetar lo frágil de una manera especial, asegurarnos de que todo entraría en la furgoneta y luego pasar un día entero en la carretera (porque señores, una furgoneta no es un Ferrari y da para lo que da) para, una vez en destino, tocara deshacer todo el proceso. Cuando terminé, modo Escarlata O’Hara ON, prometí que nunca más volvería a pasar por eso. Y así fue, hubo una segunda mudanza y pagué tan gustosamente para que me lo dieran todo hecho. Porque la empresa que vino era profesional, sabía hacer su trabajo, y solo me pusieron facilidades. Yo pude relajarme, dejar que hicieran el trabajo por mí, y mi salud y mi tiempo me lo agradecieron (ni MacGyver en sus mejores tiempos desmontó mejor una cama…).
Con mi boda pasó lo mismo, y si me volviera a casar, contaría de nuevo con ayuda externa. Porque un Wedding Planner funciona de la misma manera que un profesional de mudanzas. Es una empresa formada por profesionales que sabe hacer su trabajo y que ponen todo su conocimiento y experiencia para darte facilidades y ahorrarte tiempo y dinero. Y conseguir que tu boda sea perfecta. En un momento en el que todos utilizamos multitud de aplicaciones para hacernos la vida más cómoda y rápida, ¿por qué no invertir en comodidad y tranquilidad? ¿Acaso tu boda no será luego un momento que siempre recuerdes y que puedas contar hasta tus nietos? ¿No será mejor que lo puedas contar con cariño, animando a todo el mundo a pasar por ello, y reconozcas que contratar a un Wedding Planner fue una sabia elección?
Nosotras no podríamos decir otra cosa. Pero es que trabajamos en ello, y estamos convencidas del valor que podemos aportar. Nosotras o cualquiera de las empresas que se dedican a esta maravillosa profesión. Y son muchas las novias que se nos acercan, años después de sus bodas, y nos dicen cariñosamente: ay si en mi época hubiérais existido las Wedding Planners… ¡qué de problemas me habría ahorrado! Aprovecha tú que si nos tienes a tu alcance, que dispones de muchísima información sobre nuestro trabajo y servicios, que nos tienes a golpe de clic y a intercambio de email o teléfono para saber más de nosotras. Porque ganarás tiempo (un tiempo maravilloso que poder invertir en tu familia y amigos) y porque podrás rentabilizar muy bien nuestros servicios. Anímate a realizar el paso cuanto antes y verás que todo son ventajas. Y contarás con alguien siempre cerca para ayudarte a tomar las mejores decisiones y, en definitiva, a celebrar la boda que siempre habías soñado.
Fotografía: Sara Lobla
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