Y es que llevamos unas semanas con nuestras cabezas funcionando en una decoración muy especial: un bosque encantado.
Sobre la fiesta en cuestión hablaremos en otro post más adelante, pero hoy lo que queremos tratar es ese mágico proceso de creación, sus duros comienzos en la lucha cuerpo a cuerpo con el folio en blanco, y como pasar en pocos días de esa lucha a un suave navegar de ideas, causas, consecuencias y sobretodo CURIOSIDADES.
Para muchos se trata de pura coincidencia, para otros todo tiene un sentido más allá del azar y otros dirán que la mente selecciona hasta tal punto que ya puedes pasar cada día por delante de una tienda de botones, que hasta que no los necesites no los verás.
No vamos a ponerle nombre, simplemente, sea lo que sea , hemos aprendido a disfrutar de esos momentos y enriquecernos con ellos, devolviéndole el guiño al universo, azar o mente.
Probablemente a tí también te haya pasado que cuando no paras de darle vueltas a algo que no consigues, te obsesionas por sacar ideas , te pones topes, metas y plazos parece que nada sale, te quedas en blanco y te topas con un muro de 3 metros que no te deja ver más allá.
“A veces los árboles no nos dejan ver el bosque…”
Pero lo increíble es descubrir que una vez más la solución no es otra que cerrar muy fuerte los ojos para dejar a un lado las distracciones y taparse los oídos para poder escuchar sólo nuestro YO, nuestro instinto. Él es el que nos ayudará a tomar el camino, y si aprendemos a estar en sintonía con lo que nos rodea veremos mucho más de lo que veíamos antes…y comenzarán las sincronías.
Nosotras dos por separado hemos tenido nuestros momentos de sincronía.
-Decidir la noche anterior el mensaje de buenos días y llegar a la clara conclusión de que tenía que aparecer la palabra naturaleza, simplemente porque sentíamos la intuición , para más tarde descubrir que el mensaje lo habíamos lanzado en el día internacional de la naturaleza.
-Estar los primeros días en Roma buscando novios y darlo por perdido al no conseguirlo…en el momento en el que la búsqueda cesó los novios llegaron.
-Dar vueltas y vueltas kilométricas buscando el estanque de las barcas y encontrarlo prácticamente de camino al hotel…justo con el atarder reflejándose en el agua y planteándote que si lo hubieses encontrado cuando habías comenzado a buscarlo las vistas no habrían sido las mismas.
-Encontrar por casualidad soluciones para problemas que se nos habían planteado en la famosa decoración de” El bosque encantado”.
Y por último compartir con todos vosotros una canción que resume todo lo anterior, como mezcla del bosque, de los paseos románticos por la ciudad eterna, por los magos, las leyendas… de repente surgió del subconsciente una mañana una canción que hacía más de diez años que no escuchaba ni hablaba de ella, pero que me encantaba en mi adolescencia, enseñándome de nuevo que las cosas cuando realmente fluyen es cuando conseguimos relajarnos y confiar en nosotros mismos.
Así que cuando estés a punto de lanzar el ordenador por la ventana, deprimirte porque no te sale nada nuevo, gritar porque no lo conseguirás a tiempo…recuerda por un momento todo aquello de lo que a lo largo de estos años SI has sido capaz de conseguir, confía en ti y maravíllate con el bosque más allá de los árboles.
Feliz semana.
Cuenta la historia de un mago que un día su el bosque encantado lloró, porque a pesar de su magia no había podido encontrar el amor.
La luna , su única amiga, le daba fuerzas para soportar todo el dolor que sentía por culpa de su tan larga soledad.
Y es que el sabía muy bien, que en su existir, nunca debía salir de su destino. Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás. Sólo tendrás que saber reconocerlo.
Fue en una tarde que el mago paseando en el bosque la vista cruzó con la más dulce mirada que en toda su vida jamás conoció. Desde ese mismo momento el hada y el mago quisieron estar solos los dos en el bosque amándose siempre y en todo lugar.
Y el mal que siempre existió , no soportó ver tanta felicidad entre dos seres. Y con su odio atacó hasta que el hada cayó en ese sueño fatal de no sentir.
En su castillo pasaba las noches el mago buscando el poder que devolviera a su hada, su amor, su mirada tan dulce de ayer. Y no paró desde entonces buscando la forma e recuperar a la mujer que aquel día en medio del bosque por fin pudo amar.
Y hoy sabe que es el amor, y que tendrá fuerzas para soportar aquel conjuro. Sabe que un día verá su dulce hada llegar, y que por siempre con él se quedará.
Fuente: este post proviene de Blog de amigadeunaamiga, donde puedes consultar el contenido original.
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