CARTA DE LOS NOVIOS. Boda de Laura y José



¡Hola! ¡Hola!

Esta es la última semana de invierno, antes de la entrada oficial de la primavera ¿Se nota verdad? ¡Qué ganas tenemos!

Y en El Balcón vamos a darle una bienvenida como se merece: estrenando una nueva sección en el blog que viene cargadita de sorpresas:

Primero porque no está escrita por nosotros, ¡no no, no! van a ser nuestros novios los que cuenten su historia; y segundo porque sus palabras todavía nos ponen los pelos de punta.

Mariposas en el estómago, cafés con el equipo, preparativos, nervios, emoción… y por fin, el día B.

Así es: Carta de los Novios

Y la estrenamos con la Boda de Laura y José.

Nos quedamos alucinados al recibir una carta como la vuestra, pareja. Gracias por estas palabras, por cada detalle… porque nos permitisteis entrar en vuestra casa y vuestra vida para conoceros mejor. Por dejarnos estar piel con piel con gente tan maravillosa, qué es al fin y al cabo como nos gusta trabajar, cerca de vosotros.

Os deseamos toda la felicidad del mundo.

   

¡Buenos días chicos!

¡Increible! Justo ahora que os estaba escribiendo va y suena por el hilo musical de la clínica una de las canciones seleccionadas por Kiwo para el vídeo de la boda… ¡¡ni hecho aposta para ambientarme más!! (tengo que confesaros que se me está cayendo alguna lagrimilla recordándolo todo).

¡¡Todo fue muy rápido, pero a la vez taaaaaaan emocionante!!

Ya sabéis nuestra historia. En cuatro meses nos comprometimos, y al año y poco estábamos casándonos. Sabíamos como queríamos que fuese la boda, bueno o más bien lo sabía yo… ejem ejem (los chicos de estas cosas de boda pasan un poco… -¡que no se entere Jose que me mata!-), pero teníamos mil dudas de tiempos, contactos, posibilidades para la deco, etc…

La boda era en Madrid  y nosotros vivíamos en Zaragoza, con el estrés y el poco tiempo que nos deja el trabajo. ¿Cómo gestionar todo esto sin morir en el intento?

Entonces oímos hablar de vosotros, El Balcón de Alicia nos dijeron. Nada más terminar la reunión que tuvimos supimos que seríais vosotros quienes nos ayudarían a hacer de nuestra boda un día para no olvidar jamás.

Confieso que aunque a mí me encanten las bodas, sin vuestra ayuda no hubiese sido posible que todo quedase tan bonito y especial. Desde el primer día hasta el último fue fácil con vosotros. Y es que para vosotros cada detalle importaba, estabais pendientes de todo y por eso notábamos que siempre todo estaba bajo control.

Sois un gran equipo, que te acompaña, te anima, te tranquiliza y te da una visión de expertos. Me acuerdo que en cada reunión podía haber risas y lágrimas en tan solo un par de minutos, ¡qué emoción! Y es que no sois solo weddings planners que os ocupáis de la planificación de los tiempos, la gestión de equipos, los detalles, etc.; no, no, sois mucho más que eso. Os pusisteis en nuestra piel y nos hicisteis sentir seguros en cada decisión, y así poder vivir los preparativos sin nervios. Ver cómo todo iba quedando listo, la ilusión que le poníais y vuestra cercanía nos hacían olvidar cualquier contratiempo que pudiese surgir.

¡Y llegó el gran día!

El día amaneció precioso, pero a medio día se empezó a nublar hasta que ocurrió lo que nos temíamos, ¿os acordáis?

Madre mía, tormenta de verano pensabamos… ¡menudo vendaval! Hizo volar elementos de la decoración floral de Búcaro, e incluso partió un árbol del patio donde sería el cóctel.

¡¡Lo mejor de todo, que seguíamos sonriendo porque no nos enteramos de nada!! Me acuerdo que a mí me estaban maquillando y llegó Sheila. Me quedé mirándola y le dije: “¡¡Sheila, mira qué cielo!!”. Ella me dijo: “no te preocupes que está todo bajo control. Disfruta que te están dejando preciosa”. (¡¡ains que no puedo parar de llorar chicos!!, cuánto me gustaría volver a vivir ese día).

La boda fue perfecta. Recuerdo salir del coche en la plaza de la colegiata y veros tan emocionados. Cuando vi vuestras lágrimas…. ¡¡ains madre que nervios, emoción y piel de gallina!! La boda trancurrió tal y como estaba planificada. Siempre tan pendientes de nosotros y de nuestros invitados, siempre en la retaguardia, sabíamos de vuestra presencia pero siempre tan discretos y centrados en cada momento.

No tenemos palabras para describir lo que hicisteis por nosotros. Sólo daros las gracias por acompañarnos en cada momento y hacer de este día el mejor de nuestra vida, sin duda.

¡¡Un besazo enorme, os queremos!!

Esperamos que os haya gustado a todos tanto como a nosotros. No nos cansamos de leerlo y rememorar en nuestra memoria todos esos momentos bonitos que vivimos juntos.

Si os apetece podéis echar un vistazo a su historia en fotos en nuestra web.

¡Terminad bien la semana! ¡Os esperamos el próximo día aquí en el Balcón!

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Fuente: este post proviene de El Balcón de Alicia, donde puedes consultar el contenido original.
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